Y en una de estas visitas al baño recibí la llamada de Víctor, me lo estaba pasando francamente bien, pese a que el peri aquel no subía. Le dije dónde estaba y él me dijo que en cuanto pudiera que se acercaba hasta allí, mientras el pocholo de turno volvía a abrir otra papela de un puñadito que guardaba en una bolsa. Un decadente desfase. El pub-discoteca en el que estaba tiene tres pisos y en cada planta un ambiente, así que fuimos cambiando y era bastante dificil encontrarme a Victor de esa manera. Pero vaya si lo encontré, y fue en una de mis visitas al baño con el pocholo acoplao que ya estaba comiéndome la orejita de a ver si nos ibamos a un sitio mas apartado. Estaba apunto de girar la puerta del baño cuando sale una chica agarrada de la mano de Victor. Lo primero que a cualquier persona se le viene a la cabeza esque esa parejita ha estado echando el polvo rápido en los baños porque no aguantaban el calentón, pero qué va, lo que yo pensé fue "otros que vienen de meterse". Después de los besitos de rigor con Victor y de presentarme a su amiguita dejé tirado a pocholo en el cuarto de baño y me fui a la zona chill.
Le pregunté a Victor qué hacia saliendo del baño de los tíos con su amiga a lo que el me respondió muy a la gallega:- Lo mismo que tú. Por cierto Magenta, uno de ellos es un conocido concejal de "little town" de Asturias, ¿No lo sabes?...pues no.
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La Regenta
Allí nos quedamos un ratito, sus amigos se fueron y los míos también, los pocholos se despedieron de mí con unas pupilas exageradamente grandes y la promesa de un email que nunca enviaré. Nos quedamos Victor y yo solos hablando y riendo como el primer día y sin besos, como el primer día. Los dos sabemos que esto no es mas que un divertimento, una manera de saber que estamos el uno para el otro cuando queramos, pero sin engancharnos, como la farlopa. Las cosas quedaron claras y me quedé bastante más tranquila sabiendo que ahora sí que pisaba sobre firme. Cuando salimos del garito hacía tanto frío que sus suaves y con regusto amargo labios, me supieron de lo más caliente.
Le pregunté a Victor qué hacia saliendo del baño de los tíos con su amiga a lo que el me respondió muy a la gallega:- Lo mismo que tú. Por cierto Magenta, uno de ellos es un conocido concejal de "little town" de Asturias, ¿No lo sabes?...pues no.
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Allí nos quedamos un ratito, sus amigos se fueron y los míos también, los pocholos se despedieron de mí con unas pupilas exageradamente grandes y la promesa de un email que nunca enviaré. Nos quedamos Victor y yo solos hablando y riendo como el primer día y sin besos, como el primer día. Los dos sabemos que esto no es mas que un divertimento, una manera de saber que estamos el uno para el otro cuando queramos, pero sin engancharnos, como la farlopa. Las cosas quedaron claras y me quedé bastante más tranquila sabiendo que ahora sí que pisaba sobre firme. Cuando salimos del garito hacía tanto frío que sus suaves y con regusto amargo labios, me supieron de lo más caliente.